Pues vale, 3 temporadas más

damon

¿Tío, por qué no decimos que están todos en el purgatorio? Qué caña, ¿no?

El temita de la duración de “Lost” me tiene frita. ¡Basta ya de perdidos arriba, perdidos abajo! No es la serie lo que me aburre, son sus dos guionistas que se pasan más horas cascando que escribiendo.

J.J. ya nos tiene acostumbrados a parir proyectos y después soltarlos de la mano de dios para que otros los hagan crecer. Así le va a sus series, que a la tercera temporada ya no son lo que eran y empiezan a introducir elementos dadaístas como el capítulo de “Felicity” en blanco y negro (me reitero en que es una bazofia), las flipadas de Rambaldi como aquella cosa que quema a la gente en una iglesia. Y claro, después está “Lost”, esa serie capaz de reinventarse a si misma capítulo tras capítulo, ¿Por qué? Porque ya la han liado tan gorda que la gente ya ha perdido el norte y, a estas alturas ya da lo mismo si Locke era el abuelo putativo de Walt o Vincent era una reencarnación del chihuaha que tenía Desmond cuando vivía en una comuna mormona en su adolescencia.

Todo esto viene porque el Dúo Sacapuntas, Damon Lindelof y Carlton Cuse, han vuelto a quedar con la prensa para charlar para decirles que “Lost” va a tener tres temporadas más, de 16 capítulos cada una. Un total de 48 episodios en los que seguro que nos van a marear más que Jaime Bores entrevistando a Pelegrí Pelegrí Pelegrí. Los mendas estos dicen que ahora que han marcado una fecha de finalización, se sienten mucho más liberados, pues ya no tendrán tanta presión. ¡Pero qué presión, ni que niño muerto! Pero, ¿no ven que son ellos los que se están cargando mi paciencia poco a poco? Tienen más cara que espalda.

Y, para rematar la faena, van y dicen que después del super cliffhanger de la season finale, que en una argot chisposo interno llaman «the snake in the mailbox«, entenderemos por qué la serie no podrá durar más de 48 días. Irene, respira, respira. La-madre-que-los-trajo-a-los-dos. Una, que yo ya no me creo nada y dos, como si importase mucho que diesen otro giro a la cosas. Recordemos todos juntos: un año entero dándole vueltas a la puñetera escotilla. Total, para petarla y nunca más se supo. Después, toda otra temporada con los pasajeros de la cola y la abuela que fuma. Total, todos muertos. Y, ¿ahora qué será? Los otros serán hologramas y Jack será Dios reencarnado en médico sanador que sacará dos pastillitas, una negra y otra blanca, y se darán cuenta de que viven en un mundo paralelo.

Ahora que caigo, ¿no encontraron al principio dos esqueletos con un par de piedras? Seguro que son piedras poderosas que, introducidas cautelosamente por los esfínteres te revelan la verdad de la isla y del pie de cuatro dedos.

Voy a montar un grupo de apoyo psicológico que se llamará: Shut up and write!!.