LEX, tened piedad ingratos

LEX

Ha llegado ese día del año en el que doy la espalda al público y me pongo en contra de lo que el mundo dice. Hoy le ha tocado el turno a LEX, una de las grandes apuestas de Antena 3 para la temporada. Primera en la frente: no me desagrada.

Echaremos primero un poco de negatividad sobre el asunto, para disuadiros de mis buenas intenciones. En el lado de los hechos incomprensibles, además de la eterna discusión de la duración excesiva de las series, en LEX debemos añadir el innecesario resumen inicial de cinco minutos y la corta duración de la temporada. Lo de llamar a cinco capítulos una temporada sí les debería dar vergüenza.

Ahora reconozcámosle todos a Antena 3 el esfuerzo por producir una serie en España en estos tiempos convulsos de invasión americana. No me he vuelto loca todavía, nunca jamás creeré que la televisión española es mejor que la americana, pero hay que reconocer los esfuerzos donde los hay. Y es ese mi mayor motivación para defender a LEX porque, a pesar de todo, hay que dar oportunidades.

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Si bien es cierto que la serie se inspira peligrosamente en series americanas de éxito, creo que estar a la que salta encontrando paralelismos en las tramas es hilar demasiado fino. La comparación con Boston Legal era bastante fácil, reconocedlo, pero la otra que hizo alguien con la trama del bebé electrónico que aparecía en Studio 60 fue ir demasiado lejos. Es como si yo cojo imágenes de los protagonistas en un bar tomando café y me saco de la patilla que están copiando descaradamente las escenas de Friends en el Central Perk. Bueno, casi.

Las críticas a Javier Cámara por estar “forzado” son tan patilleras como si yo os dijera que me parece forzado que Marta Torné enseñe las tetas en cada capítulo de la tan valorada últimamente El Internado. Hasta setiembre, los guionistas tienen un duro trabajo perfilando mejor algunos personajes (Kira Miró, we hardly knew ya), afilando diálogos y no dejarse emponzoñar por la tendencia educadora de algunas tramas. Para concienciarnos socialmente ya tenemos a los de Callejeros.

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Puedo decir que los cinco escasos episodios me divirtieron bastante que, al fin y al cabo es de lo que se trata. Mi recomendación es que escojan definitivamente entre comedia o drama, porque el concepto de dramedia creo que aún lo tienen un poco verde. Así que, sin duda voy a echarle un vistazo a su segunda temporada aunque, a diferencia de los demás, el hecho que hayan fichado a Paz Vega me deja más bien fría. En cambio hubiese firmado ya por Blanca Portillo.

No sé si nuestro Glam Reto en Islantilla me marcó más de lo que me esperaba pero debo deciros que estoy intentando recuperar la esperanza por la televisión española. Deseadme suerte.