Café para Beckett, Slusho para Walter y vino para Nikita

Una dieta televisiva equilibrada debe incluir toneladas de café, cerveza, algo de vino, brebajes de colores diversos y, si me apuras, algo de agua. Esto es así. Porque el café es un must, para empezar, ya vivas en Stars Hollow, seas Liz Lemon (y lo compres en el carrito de la esquina), te llamen «mentalista» y en vez de café tomes té, te llames Irina y lo tomes black, o te llames Olivia y también lo tomes black, con azúcar (toma nota, Peter).

Y es que la importancia ritual del café es más que tremenda, especialmente el saber cómo a alguien le gusta tomarlo (vuelve a tomar nota, Peter). Dominar la técnica de comprar un café para otro ya hemos visto que no es moco de pavo, y casi siempre va mucho más allá del simple hecho de comprar agua marronuzca. Y sí, Rick Castle es todo un experto. Verlo aparecer acarreando un par de bañeras de café ya es habitual, y no significa «hola Beckett, te traigo un café», ese café gritaría, si pudiera: «buenos días, Kate. Amanece otra gloriosa jornada en la que tengo el placer, el privilegio y el honor de trabajar contigo. Te tengo siempre en mis pensamientos, junto a mi madre y a mi perfecta hija, y cuando quieras te enseño mis calzoncillos de Malcolm Reynolds”.

Castle Coffee

En el apartado bebidas dulces guarronas la que gana por goleada es Nancy Botwin, aunque quizás es mucho suponer que lo que beba constantemente sea dulce, porque guarro lo es, seguro, y quien dice “bebe”, dice “sorbe”, además. Bueno, y quien dice “sorbe”, dice “lanza a la cara de un looser cantarín”, al estilo Glee.

Gracias al capítulo twittero de Grey’s Anatomy, sabemos que Bailey tiene “su hora del batido”, y también sabemos que Walter Bishop lleva tiempo perfeccionando su batido de fresa, además de seguir con su leche para la inteligencia suprema. Claro que lo del slusho me sigue encantando, por asquerosín que me parezca beberse algo rojo que no sea gazpacho o vino. Me recuerda a cuando los vampiros pijos beben sangre de almendras en copas de catar, aunque eso es inclasificable.

En el apartado bebidas alcohólicas la cosa ya se va de madre. Ahora mismo creo que el mejor sitio para tomarse una buena cerveza es junto de una hoguera en Texas com Tim Riggins, aunque ya sean Panthers o Lions, sabemos que estos chicos no hacen ascos a nada, como tampoco se andan con remilgos en Greek, que para algo están en la universidad, vaya, para tener las mejores resacas de su vida. Por cierto, ¿aún se sigue llevando eso de los chupitos de gelatina beoda?

Tampoco creo que Starbuck se andase con remilgos en lo que a alcohol se refiere, claro que diría que, como muchos capricanos de por ahí, tenía debilidad por el liquidillo verde. Supongo que tampoco hubiera dicho que no al whisky mega caro de Widmore, que el alcohol en el hiperespacio escasea, y luego tienes que andar destilando cosas raras, como los amigos de Stargate Universe.

Mucha más clase tienen los combinados de Jack Donaghy, seguidos de cerca de lo que sea que acaban bebiendo los chicos de Bones todos los jueves noche en el Founding Fathers, pero si hay alguien que tenga estilo bebiendo, esa es Nikita (la foto que viene ahora tiene algunos spoilers).

Anda que no le queda bien la copita de vino. Un primor todo si no fuera por el wtf enorme que es que la pobre Alex tenga leche en su copa. En serio, ¿leche? Vale que la chica debe ser menor, pero ¿no cuenta que se haya medio graduado en la escuela de espías más chunga del país? Además, supongamos que Alex es alérgica al vino, a la cebada y a la malta, ¿no tiene Nikita en su apartamento algunas laticas de coca-cola, aunque sea zero? ¿o sin cafeína? ¿o una trina sin gas? Y, si le iba a poner leche, ¿no hubiera sido mejor un vaso recto de los de toda la vida?

En fin, a lo mejor lo que hay en la copa es horchata o leche merengada y yo estoy exagerando.

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