Todo el mundo tiene un pasado

La abuela Irene ha decidido desmpolvar algunos videos sacados del mismo cajón que los calcetines viejos y las pelucas de Marujita Díaz. Hoy vamos a ver los los primeros pinitos en el mundo de la publicidad de 5 estrellas, de mayor o menor relevancia, según el cristal(oscuro) con el que se mire.

Después de ser expulsado de varios institutos, Keanu Reeves decidió que lo suyo era actuar y, aunque tengo un rinconcito en mi corazón para él, tiene una cara-cartón del copón. Junto con un spot de Coca-Cola, este anuncio para Corn Flakes fue de los primerito que hizo. Está claro que su intervención no requería de grandes dotes de interpretación.

Para anunciar la unión de Burger King con Pepsi, puesto que supongo que McDonalds se casó con Coke, escogieron a unos pipiolísimos Andy McCarthy y Elisabeth Shue para celebrar la unión. Ella va disfrazada de dependienta del Burger King y Andy va de repartidor de Pepsi. Un primor, vamos. Y es que los ’80 hicieron mucha pupita y para ellos, cualquier tiempo pasado fue mejor.

Que voy a decir de Michael J. Fox que no haya dicho ya. Es el carisma hecho persona. Aquí le tenemos en un anuncio ochentoso para Pepsi. Era el más grande, el más mejor. Todos en pie, por favor.

Debido a su dislexia, Jay Leno decidió graduarse en «Speech Therapy«, lo que vendría a ser un logopeda, antes de decidirse por la comedia y convertirse en el padre de todos los Andreus Buenafuentes del mundo con su «The Tonight Show«. Pero oye, los comicastros de bar tienen que pagar sus facturas y Jay se marcó un anuncio de Doritos de lo más cutre. Eso sí, hace 25 años, los yanquis ya tenía mejores patatas fritas que las nuestras. Lo que decíamos, tercermundistas.

Y he aquí uno de los anuncios más malos de la historia de los pantalones vaqueros: Brooke Shields anunciando Calvin Klein. A ver, se le tiene que reconocer que, como modelo, fue todo un bombazo, pues se atrevió a hacer anuncios que nadie hacía y películas también, claro. Recordemos «El lago azul«. Se hizo famosa porque, en otro de los anuncios de Calvin Klein decía: ¿Queréis saber lo que hay entre yo y mis Calvin Klein? Nada. 16 años la niña y sin bragas. No diré más y agradeceré a los directores de casting que no hayan decidido darle muchos diálogos nunca.