Dustin Diamond… Screech te hizo mucho daño

Screech

Nunca me gustó, pero al final se me quedó grabado a fuego en la mente. Allí estaba Screech Powers, pegado a tu pantalla, como Matías Prats y Jordi Hurtado. Y es que batió algún record seguro, al interpretar a este personaje desde 1987 hasta el 2000. 13 putos años haciendo de nerd insoportable tienen que dejarte bien jodido, de por vida.

Siguiendo con las leyendas urbanas que acecharon a toda la generación ochentosa (recordemos las de Urkel y Blossom), se dijo que Diamond había muerto en un accidente de moto, durante un terremoto (¡¡¡) junto a Mark-Paul Grosselaar. Vaya historia más rara. Me hubiese creído antes que se habían enrollado.

Lo que más me fascinó descubrir es que el pobre Dustin no se llevaba nada bien con sus compañeros deSalvados por la Campana” pues él era 3 años más pequeño que los demás y cuando los otros, en plena edad del pavo, sólo se preocupaban por enrollarse unos con otros, al pobre Dustin sólo le quedó hacerse amigo del Sr. Belding (Dennis Haskins). Y así le ha ido. Eso sí, se ve que, en sus años mozos, salió con Candace Cameron. Dios mío nooooo… que aberración.

A partir de ahí, empieza la rocambolesca historia de una estrella desgastada. ¿Recordáis que el personaje de Screech era un master del ajedrez? Pues Dustin editó unos vídeos llamados “Dustin Diamond Teaches Chess”, que no se quién narices se los compró o si los regalaban con la mantequilla de cacahuete con tropezones. Otra de sus grandes pasiones es el Wrestling (Pressing Catch para nosotros, vamos), donde es espectador asiduo y participante ocasional (Celebrity Boxing). Donde es conocido, también, por vender polaroids suyas a 10 dólares. Exactamente vende: las fotos a 10 $, los autógrafos a 5 $ y scripts de “Salvados por la campana” firmados por él, a 20 $. Cágate lorito.

Screech

Aunque, supuestamente se gana la vida haciendo bolos de stand-up comedy por los pueblos de América, este año, el pobre Dustin saltó a la palestra porque hizo público que había perdido todo su dinero y que estaban a punto de embargarle la casa y que, por eso mismo, necesitaba la ayuda de sus fans. A través de su website empezó a vender camisetas a 15 $, pues tenía que conseguir la friolera de 250.000 $ en 30 días. A parte de su jeto, las camisetas llevaban impreso lo siguiente: «Yo ayudé a Screeech [sic] a salvar su casa”. El muy cutre, añadió una «e» extra al nombre pues, evidentemente, no posee los derechos sobre este odioso personaje. Ah claro, si queréis la camiseta firmada por él, tendréis que añadir 5 $ más.

El mes pasado, la prensa americana empezó a dudar de la veracidad de la historia de la casa del bueno de Dustin. Y es que, a pesar de que dijo que sólo tenía 30 días para recuperar su casa, la verdad es que su tourné por los medios sigue y cuidado no aparezca un día en “¿Dónde estás, corazón?”. De este modo le han vetado en varios medios y ya no se habla de su historia. Por si fuese poco, también se dice que los guiones de los monólogos que va soltando por ahí tampoco son suyos. Así que, rindámonos a la verdad: este tío es un fantoche y un acabado de la vida. El listo era Zack Morris, que por algo tenía teléfono móvil.