Juego de twitters

Es de agradecer que los chicos de Canal+, como ya hicieron el año pasado, incluyan Barcelona en los actos de presentación de la premiere de Juego de Tronos. Por lo menos yo lo agradezco, mucho, que no pasa a menudo y básicamente porque disfruto como una enana con estos visionados colectivos, con esas sesiones en las que cuando ríes o cuando te asustas sientes que pasa lo mismo en las butacas que tienes alrededor, con esas salas llenas de gente con la que sabes que tienes algo en común, aunque solamente sea la pasión por lo que estás viendo.

Ya he explicado alguna vez, concretamente el año pasado, cómo me parece que twitter suple esta sensación de visionado colectivo. Pero no nos engañemos, twitter ofrece mucho más al teléfilo/teligioso. Vosotros sabéis mejor que nadie por qué twitteais mientras miráis la tele: porque disfrutáis compartiendo lo que os gusta con otras personas, porque es divertido, porque de otra forma el visionado sería insoportable, porque la mayoría de tu timeline está hablando de algo y decides cambiar de canal, porque a pesar de que hayan pasado horas o días de la emisión del programa puedes compartir experiencias con otros usuarios, porque además puedes dirigirte directamente a actores o responsables de la serie o programa… o todo a la vez.

Más bien es que, como animales sociales que somos, nos encanta sentirnos parte de algo, y twitter nos lo pone fácil, muy fácil, para sentirnos parte de ese grupo de gente que siente que se acerca el invierno, o de ese que disfruta con la elegancia de Alicia Florrick, o de aquel otro que se ha hecho palomitas para ver -y twittear- el final de «¿Quién quiere casarse con mi hijo?».

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Coincido con la chica de la tele en su defensa de la riqueza que aporta twitter al mensaje televisivo a raíz de las palabras de un crítico que afirma que Mad Men es para verla como una película en el cine, así, sin hacer nada más. Hombre, John, entiendo que cuando miras ciertas cosas prefieras concentrarte en ellas, incluso entiendo y comparto que hay días en que no te apetece ni desbloquear el móvil, y respeto profundamente la forma en que prefieres disfrutar de la belleza de Mad Men, pero por favor, no me expliques cómo tengo que ver la tele en mi casa, que llevo años haciéndolo con buenos resultados. Es decir, que si me apetece ver Mad Men, o lo que sea, y  hablar de ello, con todo el respeto al espoiler (pero eso es otro tema), y encuentro gente que me siga la conversación, pues oye, es cosa nuestra, ¿no?

Otra cosa es cuando no estás en soledad de tu salón sino en una sala repleta de gente. ¿Vosotros twitteais en el cine? En un estudio que The Hollywood Reporter publicó hace unas semanas, se afirma que lo de usar el móvil en las salas, aunque para muchos no es óptimo, para otros sí es una opción interesante. Vale, no han descubierto la sopa de ajo, especialmente teniendo en cuenta que algunas salas de conciertos ya habilitan zonas donde puedes echar mano al móvil, así, por si te aburres con el cuarteto de cuerda.

Si os interesa el tema, que supongo que sí si habéis llegado hasta aquí, echadle un ojo a todo el estudio de THR, en el que se hace evidente la importancia del social media para la televisión: es algo que hacemos cada vez más mientras miramos la tele, nos conecta con el programa, nos ayuda a decidir, nos permite exponer lo que pensamos, nos conecta con los famosos, nos mantiene informados y nos divierte en general.

Eso sí, notad cómo para decidir ir a ver una película son las acciones tradicionales de marqueting las que influyen más. ¿Pasa lo mismo con la televisión? Y más importante en nuestro caso: ¿Hay una relación más o menos directa entre la intensidad de la conversación social y audiencia? Algún estudio apunta que sí, aunque yo interpretaría los datos con cautela. Así, por ejemplo, ¿podrá realmente ayudar a Fringe la campaña en Twitter que se están marcando los fans? ¿Funcionan siempre las campañas water-cooler? Recordemos el fracaso de Operación Triunfo, aunque “lo petó” en twitter, o los mínimos históricos de audiencia de aquella desastrosa ceremonia de los Oscar de hace algo más de un año, a pesar del esfuerzo en social media que se marcó la ABC. Es decir, que twitter nos mole mucho y que nosotros estemos «en el ajo» no significa que todo el mundo también esté.

Lo que está claro es que las cadenas o fomentan la conversación o, ya que se va a hablar igualmente de sus programas, aprovechan la conversación y/o intentan dirigirla hacia donde les interesa. Muchos afirman que twitter les resulta ideal para obtener feedback inmediato sobre los programas, también son bastantes los actores/directores/guionistas que se lo pasan teta hablando con los fans. Pero esperad, otros os dirán algo así como que el twitter lo carga el diablo, y es que encajar críticas no siempre es fácil, y cuando puedes escuchar todo lo que te están diciendo a veces es mejor ponerse la piel dura.

En fin, esto me ha quedado bastante largo. Lo siento. Resumen: la conversación sobre TV en Internet está aquí para quedarse y aún nos queda mucho que ver/escribir/compartir/aprender.

Por cierto, ayer GameOfTrones seguía siendo TT, también lo fue elnumerouno2. Y sí, la premiere de la segunda temporada de Juego de Tronos me encantó.

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