Amor verdadero en el «once upon» y en «over here»

Amor verdadero, true love o lo que queráis, pero a nuestras series no les falta de eso, o al menos de la búsqueda de semejante premio, que al final todos quieren eso del amor verdadero, ¿no? O quizás soy yo, que he visto demasiados capítulos seguidos de Once Upon a Time.

Vale, hay spoilers de Once Upon a Time desde esta foto a la de Fringe, y a partir de ahí comienzan los spoilers de Fringe, ¿okis?

Es remarcable cómo los chicos de Once Upon a Time se las apañan para contarnos la misma historia de amor dos veces quedándose tan anchos. Te la explican en el Once There y continúan en el Once Here sin ser lo mismo pero siendo lo mismo, teniendo los mismos personajes pero siendo también distintos. Y ahí que van, entre otros, Snow y el Príncipe en el Once Upon y Mary Margaret y el cada-día-soy-más-lerdo David en el Once Here, buscándose el uno al otro por duplicado.

Es curioso, o no tanto, que las historias en el Once There a veces resulten más creíbles que las del Once Here, que ciertos giros y patilladas pueden explicarse fácilmente con pociones, hechizos y maldiciones, o incluso códigos caballerescos, pero en el mundo real tienes que currártelo más para hacer que las cosas fluyan en un escenario con reglas distintas. Será por eso que Snow y el Príncipe me parecen un amor y Mary Margaret y David me chirrían un pelín.

Otra cosa que a veces canta un poco en esto de la búsqueda del amor verdadero es lo del true love kiss, que al parecer lo cura todo: si te has enamorado de un cabronzao horripilante lo único que necesitas es un true love kiss para que por fin haga efecto la baba de caracol, pero ojo, que si a tu novio lo ha convertido tu padre en estatua de oro, ya puedes amorrarte a él, que lo único que conseguirás es un solitario. En fin, veremos cómo acaba lo de los besos, que también hemos visto que los de Emma tienen poderes a lo DeMemory.

Lo que está claro es que lo de la búsqueda y disfrute del amor verdadero es algo tremendamente complicado, con magia o sin magia, y mientras Once Upon a Time siga explicando estas historias con el encanto de Snow o la belleza de Belle (muy fan de la relevancia que están dando a La Bella y la Bestia) yo ya me queda satisfecha, como ya me quedé en su momento con gentes como Chuck y Sarah, Mary y Matthew Crawley, Ross y Rachel, Lorelai y Luke, Josh y Donna… y añadid aquí a los que os apetezca, pero no os dejéis a Olivia Dunham y Peter Bishop.

Se podría decir que esta semana Olivia Dunham ha tenido un “once upon a time”, o ha experimentado lo que presumiblemente experimentarían los habitantes de Storybrooke al recordar, experiencia que ya nos enseñaron, por cierto, en el final Lost (ya sé que os pongo mucho esta escena, pero es que soy muy fans).

Un universo (sea cual sea) es lo que siempre ha separado a Peter y a Olivia. Lo tremendo es que siempre ha sido Olivia la que ha conseguido destruir barreras entre ellos. Primero fue convenciendo a Peter de que volviera al over here, más tarde cuando ella misma consiguió regresar, y justo ahora cuando, sin saber bien bien cómo (o quizás porque Olivia mola mucho) Olivia vuelve a ser Olivia. Casi me entró la risa cuando Peter (que en ocasiones también es un poco tontete) dudaba si besar a la rubia o no porque ya la había cagado anteriormente con un trilerismo de Olivias. A veces Peter me recuerda a David/Prince Charming, que van de caballeros por ahí luchando en pos del amor verdadero pero a veces son tan torpes que no sé cómo no se tropiezan con la espada.

Lo cierto es que después del true love kiss de la semana pasada, Olivia y Peter siguen estando lejos de vivir felices y comer perdices, que para algo nos quedan aún algunos capítulos de temporada (¿o serie?) y por ahí acecha, además, eso de que Olivia siempre acaba muerta. Pero yo estoy más tranquila, que ya sabíais que lo de tener a la Olivia besucona en el otro universo me preocupaba demasiado. Y para mí, ahora ya, Fringe es más una historia de amor que una serie de casos o una ida de la olla interdimensional. Si llegan al final por el camino que están tomando, yo ya me quedo tranquila.

Os dejo con el tema Storybook Love, que no se puede hablar de amor verdadero sin tan siquiera mencionar La Princesa Prometida. Enjoy!

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