Chuck versus the very end

Y nadie necesita un intersect para pillar que esto va a estar tan plagado de spoilers como del más profundo y sincero cariño.

Chuck siempre fue, con sus altos y sus bajos, una de esas series que disfrutas tal como viene, con su mezcla loca de comedia, acción, ciencia ficción y tensión sexual. Fue chungo para Chuck sufrir tanto en sus renovaciones, ganadas a golpe de recorte y gracias (¡gracias!) a que el pavo de la NBC insistía (¿insiste?) en desplumarse cual striper con prisa.

Por el camino, Chuck iba preparando series finale que se acababan convirtiendo únicamente en season finale o incluso en midseason finale. Parecía que se desgastaban con tanto lío, lo parecía muy seriamente, pero ahí que iban, reinventando los intersects que hiciera falta, ahorrando en lo que pudieran, resucitando a quien se les ocurriera y, especialmente, avanzando sin demasiados remilgos en la evolución de los personajes y sus relaciones, y no me refiero únicamente a Chuck y a Sarah, que ahí todos han acabado pillando algo.

El pavo moribundo les compensó en forma de cancelación anunciada: 13 episodios enteros para despedirse. Y vaya si se han despedido. Se han regodeado en la despedida. Se han dedicado tantos homenajes y nos han regalado tantos guiños que la segunda mitad de esta última minitemporada se ha convertido en un raro placer. Aún me emociono recordando el final del capítulo de navidad en el que Chuck vuelve a regalar a Sarah esa pulsera (¡esa pulsera!) con la que se enterneció su corazón algunos años atrás.

Y así han seguido hasta culminar en una series finale en la que se han permitido el lujo de recordar cómo eran y cómo son sin cortarse un pelo en mostrar orgullosos lo que han conseguido. Casey, Ellie, Morgan… nos han dicho adiós insistiendo en lo mucho que han cambiado todo este tiempo, y en lo bien que han acabado. Mención especial al regreso de Jeffster y mención más que especial a lo tremendamente bien que está Sarah/Ivonne Strahovsky durante este tramo final de temporada. La han hecho protagonista de la series finale, y la chica lo ha sabido llevar la mar de bien. Ole tú.

A estas alturas de Chuck, pocas cosas había que nos pudieran hacer temblar de emoción de nuevo con la relación Chuck/Sarah. Una de ellas consistía en revivir cómo el nerd se gana el corazón de la rubia, o mejor: cómo la rubia se rinde al corazón del nerd. Con un par, porque hay que ser valiente para ventilarse la memoria de la chica a un capítulo del final de la serie, y reconozco que les odié un poco-bastante por eso. Pero, oye, ha sido tan doloroso como emocionante. Les ha servido para recordar su historia (culminando con ese «Chuck, tell me our story«) y para volver a tocar nuestro corazón. Y yo que quería un final más a lo Alias, con un flash-forward y un montón de pequeñitos Bartowskis correteando por la playa, me sorprendo perfectamente satisfecha con un Chuck y una Sarah enamorándose de nuevo. Les echaré de menos.

Y a vosotros os dejo con Zachary Levy y Katharine McPhee poniendo la musiquita a un fanvideo con exceso de azúcar (sí, pero es lo que toca, ¿vale?). Enjoy!

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