Tres peinados, tres Alicias

Los últimos capítulos de la segunda temporada de The Good Wife funcionaron como catalizador de la nueva Alicia que los chicos de la CBS llevan ya semanas presentándonos:

Nos queda claro que esta nueva Alicia, la Alicia de la tercera temporada, dista una eternidad de aquella buena esposa de la que apenas vimos unos flashes allá por el principio de la primera temporada de The Good Wife. Era esa señora esforzándose por mantener la dignidad enfundada en el traje más conservador que encontró en su armario, adornada con perlas y peinada como una viuda sicilana.

Era la Alicia que se había pasado más de una década cuidando de su casa, de sus hijos y de la carrera de su marido mientras vivía en una burbuja que le estalló en la cara cuando salió a la luz que todo lo que ella tenía de buena esposa, su marido lo tenía de lo contrario.

Y entonces conocimos a la buena esposa que nos ha acompañado las dos últimas temporadas:

Alicia Florrick recuperaba su carrera y cambiaba de peluquero. Esta es la Alicia que nos ha deslumbrado a todos, a la que hemos admirado por su fuerza, templanza, agudeza e inteligencia, con la que hemos disfrutado y por la que hemos sufrido. Continuaba siendo una buena esposa y se convertía en una profesional excelente, pero eso no la libró de acabar tan herida como aquella señora del inicio de la serie que aguantaba el chaparrón detrás de su marido adúltero. Y como en aquella ocasión, Alicia vuelve a metamorfosearse.

A partir del 25 de septiembre conoceremos mejor a esta nueva Alicia que ya es menos buena esposa y más excelente mujer, profesional, amante… todo. El flequillo es solamente un símbolo del cambio, pero anuncia que con la nueva Alicia nos lo vamos a pasar mejor que nunca.

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