Thanksgiving time, o el Presidente perdonando pavos

Una vez pasado Halloween, el calendario de eventos en los estados juntitos se centra en Thanksgiving que, a su vez, da el pistoletazo de salida para los festejos navideños. En fin, que como pasa en estos casos, todos sabemos que en algún momento de finales de noviembre, los americanos comen pavo y dan gracias por el pastel de calabaza y la salsa de arándanos.

Total, que como en esta casa abrazamos cualquier festividad que nos permita celebrar que la televisión es maravillosa, durante estos días por aquí se van a recordar algunos de esos momentos entrañables por los que todos damos gracias. Comienzo con The West Wing y el capítulo en el que C.J. debe indultar un pavo en nombre del Presidente (Shibboleth, el octavo de la segunda):

Luego os explico realmente cómo va eso del indulto, pero antes, cuatro líneas para recordar lo inmensa que es The West Wing: al tiempo que se planteaban indultar pavos, tenían entre manos un grupo de inmigrantes chinos solicitando asilo religioso… todo eso el día en que los americanos recuerdan que sus antepasados, allá en Plymouth, acabados de desembarcar del Mayflower, peregrinos ellos, y muy cristianos, agradecían una buena cosecha.

Pero lo grande, realmente grande, es que el Presidente se pasa el capítulo intentando que Charlie le encuentre el cuchillo perfecto para trinchar el pavo. Al final, Charlie pierde algo de paciencia y pasa lo siguiente… y a servidora se le pone la piel de gallina…

Y ahora os explico bien lo del indulto, porque la verdad es que vivimos en un  mundo extraño:

  1. El proceso se inicia en julio: de todos los pavos recién salidos del cascarón, los de la Federación Nacional del Pavo eligen 25 al azar y se los llevan a una granja VIP. Sí amigos, en la granja VIP son alimentados con de lo bueno lo mejor y educados para soportar la presión que les espera. Dicen que el año pasado se los llevaron de gira por las escuelas para acostumbrarlos a las multitudes.
  2. Dos semanas antes de Acción de Gracias, Disneylandia envía a la Federación Nacional del Pavo la música que sonará durante el desfile en el parque, para que los pavos se acostumbren.
  3. Finalmente, eligen un pavo bien dotado, de buen ver, educado y que apunte maneras… y otro de repuesto, por si el pavo se jiña en el último momento.
  4. Algunos días antes de Acción de Gracias, los pavos viajan a Washington y pernoctan (por lo menos este año) en el Willard InterContinental hotel con todas las comodidades. Toma ya.
  5. El día antes de Acción de Gracias, Obama perdonará la vida al pavo. Que lo sepáis que aunque por ahí digan que la tradición de perdonar al pavo se inició con Truman, no está claro que los presidentes no se zampasen el bicho hasta que George H. W. Bush oficializó en 1989 el susodicho perdón.
  6. Tanto el pavo perdonado como el de repuesto vuelan en primera clase hacia Disneylandia para participar en el desfile de Acción de Gracias del lugar más feliz de la tierra.
  7. Después del desfile, los pavos descansarán hasta el fin de sus días en el Big Thunder Ranch, en el corazón de Disneylanda.

Ala  majos, otro da os explico cómo hacer el pastel de calabaza.

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