The Great Food Truck Race

Todo el mundo conoce mi enfermiza obsesión por todo lo que emita el canal Food Network y sé que hasta he conseguido que muchos vosotros os hayáis enganchado a algunos programas como Ace of Cakes o Iron Chef America. Los muy perros ahora me han creado otro canal hermano, el Cooking Channel, con muchas menos pretensiones y un enfoque más educativo, dejando que Food Network se centre en competiciones, realities y, en general, una programación más generalista que le permita recuperar las cuotas de audiencia perdidas.

En este embrollo de realities gastronómicos, encontramos a la última locura a la que me he enganchado: The Great Food Truck Race. A medio camino entre The Amazing Race, Diners, drive-ins and dives y El mundo está loco, loco, loco, los participantes son dueños de food trucks de diversa índole. Un fenómeno muy popular en Los Angeles, estas furgonetas con cocina se han sofisticado cada vez más y ahora ya puedes disfrutar no sólo de perritos calientes y fritanga variada, si no que puedes encontrar todo tipo de delicatesens. En el caso de The Great Food Truck Race, entre los 7 equipos participantes hay uno vietnamita, otro de alta cocina francesa, uno de hamburguesas alucinantes, uno de crêpes, otro de sándwiches, otro de comida cajún y unos raros que creo que hacía alitas de pollo y pudding de plátano. El presentador de la fiesta sobre ruedas es Tyler Florence, un clásico del Food Network con pretensiones rompebraguianas que, por supuesto, no está a la altura de mis amados Phil Keoghan y Jeff Probst.

Los equipos no sólo tienen que trasportar su furgonaite por todo Estados Unidos si no que en cada parada tienen que conseguir vender más que nadie, ya que el que gane menos dinero en cada ciudad, recoge los bártulos y se va a su casa. No es una carrera propiamente dicha, ya que no gana el que llega antes, si no el que se queda con la pasta. Como os podéis imaginar, no todo el secreto del éxito reside en servir buena comida, porque eso lo hacen todos. La gracia está en que son muchos factores los que hay que tener en cuenta para ganar: aparcar en un buen sitio, encontrar los ingredientes que necesitan, que no llueva, hacer una buena promoción y superar las pruebas que les van poniendo por el camino. Una locura, vamos. El que gane se lleva 50.000 dólares y el orgullo de haber ganado a los demás.

Yo apoyo al Food Network para que siga haciendo realities, por supuesto, pero es cierto que todavía les falta un poco de experiencia para montarlos con la carroña adicional que cualquier reality necesita. El montador necesita aprender a engañarnos un poquito más y deben enseñarnos las peleas de los concursantes porque, sin chicha, el programa se queda un poco corto. Queremos ver putadas, puñaladas y fricciones varias. Ya que se quieren dedicar a los realities, tienen que abrazarlos en toda su inmensidad.

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