Retorno a Smallville

Creo que fue cuando acabó Make it or break it que sufrí una crisis teligiosa. Las crisis personales las curo con algo de Gilmore Girls, las teligiosas se curan con el piloto de Alias. Pero también dejan secuelas, esta vez en forma de deseo irrefrenable de reengancharme a Smallville. Qué cosas. Es como cuando de repente te apetecen unas ruffles yorkqueso, que apestan, pero quieres la bolsa entera.

Smallville

Tuve que abandonar Smallville cuando me harté de su ir y venir en círculos sin llegar a ninguna parte. Aguanté hasta el final de la quinta, y en septiembre de 2006 decidí que Tom Welling y yo habíamos acabado for good. Vuelvo después de tres años y no sé si será por el antojo o por haberme puesto en barbecho, pero lo que he visto me ha gustado.

Nota: no tengo ni idea de qué ha pasado durante mis tres años de alejamiento preventivo, así que perdonadme, los que sabéis más que yo, todas las inexactitudes y estupideces en general que pueda soltar.

Lex está muerto y ahora Michael Rosenbaum puede dejarse tupé. Si bien hubo una época en que era mi razón para seguir con la serie, me conformo de sobras con los buenorros con los que me he encontrado ahora: Justin Hartley como Oliver Queen/Linterna Flecha Verde (vale, este ya llevaba algún tiempo rondando) y Callum Blue como Zod, el malvado, a los que hay que añadir a Brian Austin Green como el reportero John Corben (y otras cosas).

Lo mejor, Lana Lang (Kristin Kreuk) ha desaparecido del mapa. Lo peor, la octava temporada acabó como el rosario de la aurora (patrocinado por el mítico Doomsday) y Jimmy Olsen (Aaron Ashmore), muere. Que los responsables dirán que no quieren que les salga una temporada oscura, pero de momento no he visto yo ningún baile de la alegría en Metropolis. Oliver anda por ahí con un despiste que ni mi abuela en una Comic Con, y Zod se ha quedado sin poderes pero tiene pensamientos más malos que el estilista del mismísimo Clark.

Smallville

Luego está Chloe (Allison Mack), que la pobre no hace más que sufrir. Desde el principio, enamorada de Clark y viendo que él solamente tenía ojos para la pánfila de Lana. Luego, descubriendo el secreto de Kal-El y convirtiéndose en su ayudante, confidente y la voz de su conciencia. Siendo Chloe un personaje inventado específicamente para la serie, la muerte parece su destino más probable, por lo que siempre acaba estando en las quinielas de rumores defuncioniles. También es uno de los personajes más queridos, por lo que estoy con la teoría que apunta que será precisamente su muerte el detonante que acabe convirtiendo a Clark en Superman.

Los responsables de la serie siguen fieles al no tights, no flights (nada de mallas y nada de volar) que Alfred Gough y Miles Millar impusieron desde el principio (aunque ellos ya no están) con el objetivo de centrarse más en Clark y en cómo éste crece y madura. El resultado es que Kal-El es el único kryptoniano del universo (exceptuando a la Zod troupe) que no puede volar bajo el sol terrestre. Todo es mental claro, pero Clark ya tiene la mosca detrás de la oreja, que como se descuide le roban el almuerzo.

Smallville Dark Clark

Eso sí, Clark se las ha arreglado para tener una identidad secreta: The red and blue blur (me encanta) y se comunica con Lois (Erica Durance) telefónicamente (momento cabina, entrañable) distorsionándose la voz. Por supuesto, Lois ha caído bajo el influjo de la erótica del heroicismo y bebe los vientos por The blur. Por su parte, Clark está hasta las trancas por Lois. La tensión sexual queda servida.

Los responsables no decepcionan con la promesa de más erotismo, especialmente si tenemos en cuenta que Lois tiene extrañas visiones donde aparece montándoselo con Clark. Esta Lois me cae bien, no es tan lerda como las otras, pero sigue metiendo la pata hasta el fondo con las compraciones Clark/The Blur y conserva la misma capacidad de estar siempre en el centro del huracán lista para ser rescatada.

A pesar de todo, esta temporada sería un buen momento para comenzar a cerrar la historia de una vez. Es un hecho que la CW anda desorientada o directamente gafada a la par que falta de ideas, y mover Smallville al viernes no ha sido precisamente un regalo, aunque comparte con Dollhouse el buenrollismo del DVR. Por otra parte, no creo que Smallville sea el mayor problema de la CW ahora mismo. Veremos si aciertan alguna.