El efecto Skywalker

Algo en el ambiente hay que ha enrarecido las relaciones parentales del mundo televisivo mundial. Vaya, para cagarse en tu padre.

A mi, como soy de creencias pseudo-atávicas, lo que más me divierte es la reproducción de lo que yo llamo, porque me da la gana, el efecto Skywalker que, básicamente, consiste en que un progenitor que pensabas que estaba muerto y no de parranda aparezca en tu vida bajo la forma del enemigo más enemigoso que pudieras tener. Casi nada, lo mismito que le pasó al pasmao de Luke.

Luke, soy tu padre

DANGER, DANGER: los que leéis de arriba a abajo ya podéis parar si no habéis llegado más o menos al final de Prison Break, Fringe, Chuck y algunas cosas más de las que no aviso porque a estas alturas ya no considero spoiler ni nada que se le parezca.

En realidad la historia viene de lejos, como todo. Saturno ya la lió parda zampándose a sus hijos cuando le dijeron que uno de ellos le patearía el culo como jefe de los dioses. Evidentemente uno, un tal Zeus, sobrevivió y  pateó el culo a su padre.

Sin embargo, mi referente clásico más cercano es Alias y la aparición de mami Irina Derevko, que el mismísimo Darth Vader hubiera necesitado 15 inhaladores si se hubiera encontrado con ella.

Irina Derevko and Sydney Bristow

Y la última al apuntarse al carro ha sido la mamá de Michael Scofield, que Prison Break sacó del entierro en una (otra) vuelta de tuercas al borde de lo increíble.

Michael and Christina Scofield

También disfruto como una enana con la evidencia que el héroe comparte genes con el villano, porque plantea de nuevo la eterna lucha entre el bien y el mal que normalmente uno tiene que librar primero en su interior. Y es que, como decían en alguna película: las leyes de la genética no fallan, y tú eres hijo de tu padre. Vaya, que al héroe se le planta en la nariz que también puede ser chungo o, peor, que su destino es ser chungo.

Como los héroes son héroes, normalmente gana el bien. Skywalker, además, se pasó de listo y redimió a su padre. Nenaza.

Versiones adulteradas del efecto Skywalker, para aburrir. Así, de ultimicas, tenemos el reencuentro de Chuck con su padre, aunque éste no fuera chungo, pero sí el origen de todo el lío, qué cosas. El que sí era chungo de narices, el padre de Locke. Y el que ni es chungo, y si lo es no se acuerda, y ni siquiera estaba perdido, pero sí internado (venga, que ya lo habéis adivinado) es el padre de Peter Bishop y, sin salir de Fringe, y continuando con esa conexión Alias-Fringe, está por ver el papel del padre y el padrastro de Olivia en toda la movida que se han montado.

En cualquier caso, uno de los momentos más emocionantes siempre coincide con el reencuentro/descubrimiento, pero eso ya lo sabemos porque lo hemos visto mil veces. Luke, soy tu padre.