Al senador, ni caso

Al senador, ni caso - Hearts Afire

¡Qué gloriosos días de series a las 20.30 en Canal +!

Seguramente, The West Wing ha eclipsado (justamente) cualquier otra serie, anterior o posterior, ambientada en Washington DC y basada, más o menos, en los entresijos políticos y mediáticos de los estados juntitos.

Sin embargo, la lista es larga y con nombres memorables, aunque yo recuerdo con especial cariño Al senador, ni caso, traducción patillera donde las haya de Hearts Afire. Algún día alguien tendría que analizar cuidadosamente (si no se ha hecho ya) las razones socio-culturales que hay detrás de estos patillerismos traductiles (si ellos pueden inventarse títulos yo puedo inventarme expresiones).

Al senador, ni caso tenía todos los ingredientes para engancharme en aquella época: sit com + tensión sexual + algo de política + algo de prensa. John Ritter (los dioses televisivos lo tengan en su gloria) era John Hartman, jefe de personal de la oficina de un senador ultraconservador al estilo sureño. A Markie Post le toca el papel de Georgie Ann Lahti, periodista intrépida (y, por supuesto, liberal) con un pasado fascinante, aunque venida a menos, por lo que se ve obligada a tragarse todo el orgullo del mundo y trabajar en el gabinete de prensa del senador.

Por si fuera poco, y como en las comedias funciona muy bien que las mujeres liberales se conviertan en “mamás a la fuerza” Georgie Ann se instala, en teoría provisionalmente, con John Hartman y sus hijos. Al principio saltaban tantas chispas que eso parecía una metalúrgica, aunque no prolongaron demasiado tiempo la tensión sexual, liándolos a las pocas semanas. Las diferencias políticas continuaron dando juego, incluso a partir de la segunda temporada, en la que ya estaban casados y se largaban a algún lugar remoto para editar un diario (Jump the shark importante).

Al senador, ni caso - Hearts Afire

Aunque en tono de comedia, no dejaban de meterse con la relación entre los medios de comunicación y los políticos mostrando las tripas de una oficina en Washington con el objetivo «carcajada». Los creadores, Linda Bloodworth-Thomason y Harry Thomason están, y estaban, estrechamente unidos a los Clinton, para los que rodaron algunas peliculitas promocionales y asesoraron en algunos aspectos de su imagen pública. No es de extrañar, pues, que se lanzaran a la comedia política con mínimas garantías de credibilidad estrenándose la serie pocos meses antes de que Clinton ganase las elecciones del 1992.

Billy Bob Thornton, que siempre me ha dado algo de miedo, por cierto, interpretaba al ayudante del senador y también se llamaba Billy Bob (estas tonterías me hacen gracia, qué se le va a hacer). Billy tenía una mujer la mar de divertida (Wendie Jo Sperber), por lo que mi ira se desató un poquito cuando se divorciaron en la segunda temporada y solamente Billy se fue al sur con la pareja feliz.

Al senador, ni caso - Hearts Afire

También era entrañable la secretaria y amante del senador, Dee Dee, que, con ese nombre, no podía interpretarla nadie más que Beth Broderick, la tía de Sabrina. En la segunda temporada, Beth también aparecía interpretando a la hermana de Dee Dee, Lee Ann Folsom, esposa del rico del pueblo. Acabo con otros inolvidables: la niñera de Georgie, Miss Lula (Beah Richards) que también se ocupaba de los hijos de John, y el padre de Georgie, interpretado por Edward Asner, que para mí siempre será Lou Grant, y que debe tener la lista más larga en imdb.

¡Ah! No he encontrado ningún vídeo con la entrada de la serie, pero en esta web tienen la música de la sintonía, genuino sonido de una serie de los 90.